Dr. Robert Malone, inventor de la tecnología ARNm que se usa contra el Covid-19 pidió que no se aplique en menores: “El gobierno no está siendo transparente sobre los riesgos”

Actualización diciembre de 2021: Carta con dura advertencia del Dr. Robert Malone:

Por Dr. Robert Malone*

Mi nombre es Robert Malone y les hablo como padre, abuelo, médico y científico. Por lo general, no leo de un discurso preparado, pero esto es tan importante que quería asegurarme de que cada palabra y todos los hechos científicos son correctos.

Respaldo esta declaración con una carrera dedicada a la investigación y el desarrollo de vacunas. Estoy vacunado contra el COVID y generalmente soy partidario de la vacunación. He dedicado toda mi carrera a desarrollar formas seguras y efectivas para prevenir y tratar enfermedades infecciosas.

Antes de inyectar a su hijo, una decisión que es irreversible, quería informarle los hechos científicos sobre esta vacuna genética, que se basa en la tecnología de la vacuna de ARNm que creé:

El Dr. Robert Malone, inventor de la tecnología de ARNm que se usa en la vacuna COVID, dijo que los menores de 18 años no deberían ser forzados a recibir vacunas experimentales y añadió: “El gobierno no está siendo transparente sobre los riesgos”. Explicó además al periodista norteamericano Tucker Carlson que no hay suficientes datos de análisis de riesgo-beneficio para ese grupo de edad. El video de la entrevista, con la advertencia del Dr. Malone, viene siendo eliminado por Youtube. Su explicación se suma al  grupo asesor de los CDC norteamericanos que sotuvo que existe un “vínculo probable” entre los casos de inflamación cardíaca en ese grupo de edad y la vacuna COVID-19 con tecnología ARNm de Pfizer y Moderna.

Malone le dijo a Tucker Carlson: “Una de mis preocupaciones es que el gobierno no está siendo lo suficientemente transparente con nosotros sobre cuáles son los riesgos. Las personas tienen el derecho de poder decidir si aceptan la vacuna o no. Especialmente siendo que son vacunas experimentales, es un derecho fundamental que tiene que ver con la ética clínica y mi preocupación es que sé que hay riesgos pero no tenemos acceso a los datos, que no han sido tomados de manera suficientemente rigurosa para evaluar esos riesgos. No tenemos realmente la información que necesitamos para tomar una decisión razonable”.

Consultado sobre la relación riesgo-beneficio, sostuvo: “Ciertamente puedo decir que el ratio riesgo-beneficio para aquellos de 18 años y menos, no justifica estas vacunas y que hay una buena chance de que no se justifique la vacunación en estos jóvenes adultos”.

Se refirió luego al problema estadístico que hace difícil arribar a información certera: “Hay un problema estructural en cómo está realizada la base de datos y cómo se analizan los datos, lo que sé por mis colegas dentro de la FDA es que el CDC está sobrepasado, que ni siquiera están procesando la información que tienen y por la propia admisión del CDC en su reciente reporte MMWR sobre seguridad y embarazo la base datos que ellos usan de forma interna es tan pobre que no pueden establecer una conclusiones definitivas sobre si estas vacunas son seguras durante el embarazo. Ellos creen que son generalmente seguras pero las bases de datos no son realmente suficientes para demostrar esto. Quedamos en una posición de tener que esperar datos de lugares como Noruega, Finlandia e Israel para fundamentar nuestras decisiones en salud pública. Desafortunadamente los israelíes en los que nos apoyamos no estaban tomando en cuenta estos riesgos de toxicidad cardíaca de las que estamos ahora aprendiendo. Fueron primero detectados por la gente de la FDA”.

Malone dice en su sitio web que inventó el campo de la terapéutica del ARNm mensajero en 1988: “Sus descubrimientos en sistemas de administración de ARNm no virales se consideran la clave de las estrategias actuales de la vacuna COVID-19”, dice su biografía. El afamado investigador fue pionero en la “transfección de ARN in vitro” y también en la “transfección de ARN in vivo” en 1987 y 1988 en el Instituto Salk, según su biografía. Hizo eso con embriones de rana y ratones.

Las vacunas convencionales se producen utilizando formas debilitadas del virus, pero los ARNm utilizan solo el código genético del virus. Se inyecta una vacuna de ARNm en el cuerpo donde ingresa a las células y les dice que creen antígenos. Estos antígenos son reconocidos por el sistema inmunológico y lo preparan para combatir el coronavirus. No se necesita ningún virus real para crear una vacuna de ARNm. Esto significa que la velocidad a la que se puede producir se acelera drásticamente para la industria.

Pero Malone dijo que el gobierno federal está recomendando vacunas COVID para todas las personas mayores de 12 años sin la investigación que lo respalde.

Malone compartió sus preocupaciones el mismo día que un grupo asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dijo que existe un “vínculo probable” entre los casos de inflamación cardíaca en adolescentes y adultos jóvenes y las vacunas Pfizer / BioNTech y Moderna COVID-19. El grupo de médicos dijo que el riesgo de miocarditis o pericarditis después de la vacunación con inyecciones de ARNm en adolescentes y adultos jóvenes es notablemente mayor después de la segunda dosis y en los hombres.

Malone fue orador invitado en el podcast DarkHorse. que incluyó a Bret Weinstein, biólogo evolutivo. El streaming en vivo por YouTube fue inmediatamente censurado, eliminándolo por “compartir información engañosa sobre la vacuna COVID-19”.

Durante el podcast, Malone dijo que envió documentación hace meses a la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. alegando que la proteína de pico utilizada en la vacuna COVID-19 representaba un riesgo para la salud. “Y su determinación fue que no creían que eso fuera suficiente documentación del riesgo de que el pico fuera biológicamente activo”, dijo.

“Alerté a la FDA sobre este riesgo varios meses atrás. Ellos estaban al tanto de que había un riesgo de que la proteína Spike biológicamente activa puede tener efectos adversos si no se mantiene en las células que han sido transfectadas. Y usan un método de ingeniería genética de poner una transmembrana para asegurar que permanezca y han hecho estudios no-clínicos para decir que permanecen ahí. Esto no es suficiente para un producto liberado para el uso en humanos. Deberíamos tener testeos rigurosos hechos en animales. He revelado que la proteína Spike se escinde de las células, se libera y esto es algo que debería ser comprendido antes de ser usando en humanos”, explicó.

“Censurando lo que estamos haciendo es que haya señales que no se estén detectando. Las voces de muchas personas no se están escuchando. Soy de la opinión de que debemos tener una discusión libre y abierta. Debemos tener todos los datos de riesgos”, opinó.

“Tengo amigos en la FDA en cargos de alto nivel, sabían que efectos adversos estaban ocurriendo, muchos eran postergados, de un modo atípico a una prueba de vacunas, esta es una tecnología totalmente nueva, nuestro problema es la asunción de que esto es como todas las demás vacunas que hemos visto, pero no lo es, es una tecnología muy diferente”, concluyó.

La investigación, obtenida por un grupo de científicos muestra que la proteína de pico de la vacuna COVID puede desplazarse desde el lugar de la inyección y acumularse en órganos y tejidos como el bazo, la médula ósea, el hígado, las glándulas suprarrenales y en “concentraciones bastante altas” en los ovarios. El inmunólogo e investigador de vacunas canadiense Byram Bridle, Ph.D., obtuvo acceso al estudio de biodistribución de Pfizer de la agencia reguladora japonesa. La investigación demuestra lo afirmado por Malone, que explicó que problemas autoinmunes y la trombocitopenia pueden estar relacionados con la proteína Spike de circulación libre, algo que los desarrolladores aseguraron que no ocurriría. Para detectar problemas autoinmunes, se requeriría un período de seguimiento de 2 a 3 años en los pacientes de fase 3, pero ese monitoreo no sucedió con las vacunas Pfizer y Moderna. Los efectos a largo plazo en menores de edad son también desconocidos.

Malone también se preguntó en Twitter, de manera irónica por las sucesivas censuras: “¿Podemos decir “Ivermectina” en las redes sociales ahora?”, citando un trabajo de la universidad de Oxford avalando el tratamiento que ya cuenta con innumerables estudios a favor, demostrando su efectividad pero sigue siendo descartado y desaconsejado por la Organización Mundial de la Salud.

Las entrevistas originales, censuradas por Youtube, en la red social alternativa LBRY: